La Hermandad del Resucitado también rindió culto inmaculista a su titular mariana con triduo previo y besamanos en la jornada del día ocho de diciembre en la Parroquia de Santa Marina.
La imagen de la Virgen, que tallase Juan Martínez Cerrillo, se presentaba en esta ocasión justo delante del altar de cultos, que había presidido en los días previos, y con la novedad de hacerlo dentro del templete procesional en madera dorada de la Hermandad del Socorro, cedido para la ocasión y ubicado sobre los respiraderos del paso de palio y rodeado de diversos candeleros y centros florales en flor blanca.
Por su parte la Virgen vestía la espectacular saya procesional bordada en oro sobre tisú color marfil por Francisco Pérez Artés siguiendo diseño de Rafael de Rueda, manto de brocado color celeste, tocado a tablas en color crudo y dorado y la corona procesional de alpaca sobredorada obra de Kiernan.
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