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Antonio Villar Moreno, Besamanos, Córdoba, Cristo Rey, de la Estrella, dolorosa, Domingo de Ramos, El Huerto, Lucena, Luis Álvarez Duarte, Manuel Luque Bonillo, María Santísima, Oración en el Huerto, Parroquia Santo Domingo de Guzmán, Santería, Santeros, Semana Santa
El pasado 24 de noviembre, en que la Iglesia Católica celebraba la festividad de Cristo Rey, se ponía fin a este intenso Año de la Fe que los cofrades andaluces hemos revestido de un número importante de cultos de carácter extraordinario, como la mejor y genuina manera de dar testimonio público de la Fe que procesamos. El broche de oro entre la serie de reportajes de este blog, amén de otros que no aparecieron en su día y que recuperaremos próximamente, lo representa el solemne besamanos que en la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán de Lucena celebraba, como viene siendo habitual según lo dispuesto en sus reglas, la Cofradía del Huerto en honor a su titular mariana, María Santísima de la Estrella.
La bellísima dolorosa que tallase el sevillano Luís Álvarez Duarte presidía los pies del templo parroquial, antecediendo la capilla donde recibe culto diario y en la que se exponían igualmente las otras dos imágenes titulares de la Cofradía, el Señor de la Agonía y San Inocencio Mártir. Como viene siendo habitual el esmero tanto de la priostía, en presentar un elaborado montaje con buen número de puntos de cera y flor exquisitamente colocados; como de su vestidor, el cordobés D. Antonio Villar, que ofrecía un resultado global sobresaliente, tanto por el buen gusto con el que todo se hayaba dispuesto como por la calidad y categoría artística del patrimonio que atesora la joven corporación lucentina, todo un ejemplo de trabajo en pro de sus titulares.
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