Durante la jornada del pasado sábado día veintidós, exactamente cinco años después de su bendición, la Cofradía de la Borriquita exponía a su titular mariana María Santísima de la Estrella a la veneración de los fieles en solemne y piadoso besamanos, acto que se desarrolló durante todo el día en el interior de su sede canónica de la Parroquia de Santa Catalina Mártir.
La bellísima dolorosa, obra de escultor-imaginero onubense Elías Rodríguez Picón, presidía un sencillo altar de besamanos, conformado con dosel en damasco granate, con un escueto adorno floral presente en dos piñas y diversos puntos de luz distribuido en diferentes candelabros y tulipas con cera blanca.
La imagen por su parte vestía algunas de sus mejores galas, donde destacaba la sobresaliente diadema en plata de ley que le cincelase el orfebre cordobés Emilio León bajo diseño del veleño Francisco Santacruz o el fajín militar que le donase el Coronel de Infantería D. Leopoldo Puchol, también con motivo de su bendición, siendo la segunda imagen de la Virgen de la localidad, tras la de María Santísima de la Cabeza, en recibir como donación para su ajuar una prenda de este tipo.
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